El futuro que nos merecemos

¡Bienvenidos!

Parece que el ambiente anda caldeado en Españistán estos días...

Tenemos a los partidos políticos mayoritarios una vez más echándose los trastos a la cabeza, pero no por debatir soluciones a la crisis que devuelvan la dignidad a los parados y la esperanza a los que temen perder su puesto. Qué va, hombre. Aquí debaten porque si tú eres corrupto en Valencia, tú lo eres más en Andalucía. Campaña electoral, lo llaman.

A mi me parece cada día más bochornoso este país, en algún otro post ya he lanzado la pregunta, la que para mi es la gran pregunta: ¿tenemos el sistema y los políticos ue nos merecemos?

Los políticos son bastante penosos, en mi opinión los de los partidos que más posibilidades tienen de gobernar más y en la calle hay un debate constante sobre esto. La gente es consciente de que los políticos comprometidos con sus ideas, sus promesas y sus votantes son cada vez menos frecuentes. Y lo critica. Pero luego votan una y otra vez a los mismos.

¿Qué explicación podemos dar en que en la comunidad valenciana sean elegidos una y otra vez como representantes aquellos acusados de corrupción, de derroche, de minimizar el estado de bienestar de los ciudadanos? Si alguien es capaz de dar una respuesta que no sea que "mejor lo malo conocido", estoy deseosa de escucharla.

Muchos ciudadanos se confiesan hartos de la situación que les ha tocado vivir. Merece la pena que escuchemos las declaraciones de un joven que llamó desesperado a RNE, y muestran la cruda realidad de muchos.

¿Como puede haber pasado esto en tan poco tiempo?

A uno se le encoge el corazón escuchando historias así, pero también uno se pregunta qué lleva a una persona a dar su voto a un partido que ya ha gobernado en su comunidad anteriormente con los resultados que ya hemos visto. Si un partido bajo sospecha sale reforzado de las urnas, está visto que no se lo toman como una segunda oportunidad para remendar sus errores con humildad, sino como un aplauso del pueblo, algo que hincha su ego y su prepotencia.

¿Estamos los ciudadanos preparados para la Democracia? Esa es la otra gran pregunta que me hago. ¿Votamos de manera crítica, conociéndo las propuestas de los partidos y eligiendo a quien nos convence? Creo que no y lo creo porque lo veo en mi misma. Porque nunca me he molestado en informarme en serio, te crees lo que ves por la tele y lo que lees en los periódicos y esa es tu máxima implicación. Y vas a votar.

Ahora estoy convencida de que ha sido un error por mi parte, una irresponsabilidad no darle al voto la importancia que merece. Ahora me siento implicada y me gustaría poder hacer más de lo que hago, poder hablarle a la gente de las cosas que he ido descubriendo, porque estoy segura de que mucha gente no lo sabe pero le resultaría muy interesante. A mi hay cosas que me han impactado, cosas de las que nunca había oído hablar y que considero que si la mayoría de la población conociese, se sentiría tan alucinada como yo, y les cambiaría la visión de las cosas, como me está pasando a mí. Sobre todo de la historia del siglo XX y los tejemanejes que hay detrás de las políticas del mundo, y eso que soy una completa ignorante. Pero ha habido noticias y textos que me han impactado fuertemente y que ahora me considero afortunada de conocer: las cosas a menudo encajan como un puzzle.

Lo que quiero decir con todo esto, es que cuanto más información tiene uno, más libre se siente para elegir y más sencillo (aunque terrorífico) le resulta comprender por qué pasan las cosas como pasan. Ahora siento avidez por aprender, por excarvar. A veces tengo tanta ansia que me agota. A veces lees cosas que te caen como un mazazo. Pero pronto me doy cuenta de que prefiero saberlas.

Y entonces es cuando piensas si este sistema se ha creado a sí mismo o si lo hemos consentido con nuestra indiferencia. Si nos mienten ó nos dejamos engañar.

Creo que somos espectadores pasivos de una partida en la que lo que se juega son nuestras vidas. Seguramente haya muchas personas que no lo son, pero la sociedad, como colectivo, delega su responsabilidad en otros y se desvincula totalmente de lo que pase. ¿La culpa es de los políticos por incumplir o de quienes ante algo muy gordo no exigimos responsabilidad política instantánea?

También es frecuente escuchar frases como que "no vale para nada". Por ejemplo votar, por ejemplo manifestarse, por ejemplo hacer huelga. Esa dejadez es exasperante para mí en este momento. Porque nadie aporta soluciones alternativas, que muestren el camino que realmente les parece que vale para algo. Mucha gente considera que ir a lo suyo e intentar sobrevivir ya es suficiente. Y por nuestra resignación y desidia colectiva hemos perdido el sentimiento de poder del pueblo. Muchos tienen la sensación de que es imposible, de que no se puede luchar contra enemigos poderosos. Y yo, que soy atea, no puedo evitar pensar en David y Goliat. Sí se puede, solo hay que encontrar la manera de hacerlo entre todos.

¿Por qué elegimos invariablemente entre dos partidos en los que muchos no creemos?¿Por qué el voto útil se presupone que debe ir a partidos mayoritarios? ¿Cómo podemos aspirar al cambio votando invariablemente a los de siempre?

Con respecto a dejarnos engañar, veo ahora claramente que desde los medios se trata de manera negativa a personas como Hugo Chávez por ejemplo. Le consideramos como un gobernante excéntrico, un loco. Pero, ¿nos paramos a pensar por qué es elegido?¿Por qué EEUU se toma tantas molestias en desprestigiarle? Cuando uno se informa del comportamiento menos mediático de los EEUU, se da cuenta de que quizás haya sido manipulado por los medios de comunicación, que por cierto a menudo obedecen a intereses de sus accionistas. Accionistas que vienen "de fuera". Incluso de los propios EEUU.

Chávez reclama que los recursos de Venezuela son de Venezuela, expulsa a las multinacionales norteamericanas que explotaban los recursos de su país y los nacionaliza. Por supuesto que tendrá sus cosas malas, pero hoy en día pienso que seguro que es objeto de una campaña de desprestigio masiva, para que sus logros no sean valorados. En los días que vivimos ¿nos parece tan mala idea este tipo de políticas? Si es eso lo que queremos, y en otros países se ha llevado a cabo, ¿por qué no podría suceder en nuestro país?

Creo que ha llegado el momento de plantearnos como nos gustaría que fuese nuestro país. Qué deseamos reclamar. Qué medidas realizadas en el pasado nos parecen abominables, a la vista de los resultados presentes. Y una vez pensado todo esto, es nuestro deber como ciudadanos hacer oir nuestra voz, con argumentos. Exigir que los partidos políticos defiendan nuestras ideas. Y no votar a quien no lo haga. Lo mismo con sindicatos, u otras organizaciones estatales que dicen que nos representan, cada una a "los suyos".

Es el momento de que de verdad nos representen como nos merecemos. Pero para ello somos nosotros quienes debemos tener claro lo que deseamos. Y esto no se arregla pasando, sino informándose, preocupándose y fomentando el debate.

Debemos crear un sistema participativo, pero de verdad. En el que nosotros seamos la voz. Solo así podremos tener un futuro justo, el futuro que nos merecemos. Y eso, amig@s, solo depende de nosotros mismos.

Un saludo