Esta semana ha sido trágica, trágica para nuestras esperanzas, para nuestras ilusiones, para nuestro futuro. Las cosas cambian demasiado deprisa, y cambian a peor. ¿Alguna vez imaginásteis tener que vivir algo así? Yo no.
En los últimos meses, noto que he cambiado. Ya no veo igual el mundo que me rodea. Vivo con un sentimiento de preocupación constante, cada día me resulta más difícil distraerme ó divertirme. Tengo 27 años y vivo angustiada.
Tenía un plan de vida modesto. Estudié la carrera que elegí, gracias al esfuerzo y al apoyo de mis padres, gente de clase obrera. Y conseguí terminarla, pese a que a menudo no resultó ser lo que yo esperaba y muchas vece me desanimé por el camino. Mi idea siempre fue volver a mi tierra en cuanto pudiese, porque la vida en la capital es demasiado fría para mi gusto.
Terminé la carrera y he seguido formándome mientras trabajaba, porque siempre he pensado eso de que si me sacrificaba hoy, mi futuro sería mejor. Trabajar y estudiar es algo complicado, mucha acumulación de tareas, pocas horas de sueño a menudo. Pero no puedo quejarme. He estudiado lo que he elegido y además tengo trabajo, aunque no sea de lo mío exactamente.
Nunca pensé que los cimientos de esta sociedad se tambalearían. Ahora los siento moverse bajo mis pies.
Muchos ciudadanos sufren hoy las
consecuencias de las políticas que personas como Lagarde, Merkel,
Sarkozy, Zapatero, Rajoy ó Draghi nos imponen. Otros no las sufren aún,
pero saben que les llegará el momento.
Quien tiene trabajo, no sabe si lo conservará mucho tiempo. Tampoco si le corresponderá paro, o se aprovará en breve un decreto que lo reduzca o lo elimine o quién sabe. Lo mismo con pensiones, con sanidad, con la calidad de la educación de las futuras generaciones. Cosas que se consideraban asentadas.
A menudo pienso que la solución es irse fuera, que no nos quedará otra. Parece que ahora quieren echarnos. ¿Sobramos en nuestro propio país?
Nos acusan de vivir por encima de nuestras posibilidades aquellos que se han llenado los bolsillos a costa de nuestras ilusiones.
Han cercenado nuestras esperanzas simplemente por adorar al puto dinero, ese dinero que durante un tiempo pareció correr como el champán, con el que se financiaron proyectos megalómanos y estúpidos. Muchos "visionarios" pensaron que el dinero salía de los árboles y estaba a su disposición, en lugar de pensar que salía del esfuerzo de todos ciudanos, que de hecho son sus legítimos dueños.
Las familias que no pueden pagar su casa, están en la calle. Los banqueros, los políticos, los empresarios que se han beneficiado de esto, están en sus casas, bien cubiertos. Indemnizaciones millonarias, sueldos, futuros contratos en empresas "amigas" si miras para otro lado (véase el caso de Elena Salgado) o me lo pones fácil para que estafe a los ciudadanos (como hizo el gobierno de Aznar con las eléctricas). ¿Dónde coño está la Justicia que debería perseguir esta estafa?
Estamos dirigidos por una banda de psicópatas, cada día lo tengo más claro. Personas que predican austeridad desde sus asientos de oro aunque esté más que demostrado que la austeridad solo conduce al desastre, fijáos la evolución de la prima de riesgo (gráfica de El País) desde que ZP empezó los recortes en mayo de 2010:
Pero siguen empeñados en continuar con estas políticas. Es evidente que saben sus consecuencias ¿quiénes son esas personas?
Personas que comparen los recortes a "tomarse un café", como intentando hacerse los estupendos con personas que quizás sólo podían permitirse ese café. Mientras tanto ellos tienen tanto como quieren. ¿Hay derecho a esto?
¿Pero quién se creen para imponer esto a la gente que quizás esté al límite y hacerlo al grito de "es doloroso" mientras esbozan una sonrisa?
Doloroso, señores del gobierno, es tener que hacer malabares para llegar a fin de mes. Que un libro de 25€ se considere un lujo.
Doloroso es haberte esforzado por conseguir un futuro digno, una vida sencilla y tranquila, y que ahora esa posibilidad se aleje aunque hayas trabajado para conseguirla.
Doloroso es ver como continuamente los poderosos expolian a los humildes, les exprimen hasta la última gota con el consentimiento de los gobernantes que les han prometido defender su futuro.
Doloroso es no poder confiar en una clase política corrupta, vendida, interesada, mentirosa, deshonrosa, vergonzosa y prepotente.
Doloroso es ver lo que pasa en Grecia y sentir que pronto lo verás entre la gente que te rodea.
¿Qué saben ustedes desde sus posiciones de privilegio de lo doloroso de estos recortes? Son ustedes una pandilla de lameculos de personas como Amancio Ortega, que milagrosamente ha llegado a ser el más rico de Europa. Fíjense: un español. Quizás lanzar su página web para venta online y afincarla en Irlanda para ahorrarse unos eurillos en impuestos ha tenido algo que ver. Ó quizás tributar al 1% gracias a sus leyes para ricos también le haya ayudado. Mientras a los trabajadores nos quitan un 12 o un 15 o un 20 %. Eso sí que es justicia, ¿eh?
Vivimos un momento tan estúpido que no sabe uno si reir o llorar. El estado de bienestar construido con los impuestos de los de abajo está siendo desmontado por los de arriba, porque en las necesidades básicas de la numerosa clase media-obrera hay negocio para ellos. Y encima la culpa de ese desmonte se la quieren echar a ellos, a los que lo han construido. ¿Alguien entiende algo?
Es tan descarada esta estafa, que solo siento rabia por la pasividad con la que la sociedad la está asumiendo. Juegan con vuestras vidas y decís "para qué hacer algo si no sirve de nada". Y eso me llena de desánimo, no sé qué puedo hacer para que la gente vea cómo se nos engaña y ataca. Y también de rabia, a veces me gustaría gritarle a la gente que veo pasota, preocupada por cosas banales. ¿Es que aún queda gente que no se da cuenta de lo grave que es todo esto?
También hay días en los que me da por pensar que en algún momento la sociedad se levantará en masa y ese día ganaremos la batalla. Veo la lucha de los mineros, veo lo que consigue pasito a pasito el 15M y se que mucha gente comparte ese pensamiento.
No se, tengo 27 años y a veces me siento vieja. Hay gente que me dice que me preocupo demasiado, pero yo pienso que ellos son los que se preocupan poco. Espero equivocarme.
Gracias por leerme si has llegado hasta aquí, ¡tienes mucho mérito! :)
Fuerza para todos.
Saludos.